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Dantxari, Madrid

Otra comida de amigos, de las de pasarlo bien. Esta vez dándole el protagonismo al buen producto, a la cocina honesta, esta vez en el madrileño Dantxari.
Decoración clásica, de la que no gusta a las chicas modernas.
Manteles de cuadros y correctas copas.
No hay menú (sí de grupo o entre semana), la carta ofrece platos vascos y cocina de temporada.
Bodega con pocas referencias, también clásica pero con algún punto interesante. Precios algo elevados. Bebimos varios vinos, Lalama 2007 (D.O. Ribeira Sacra), complejo y diferente, Mestizaje 2010 (V.T. Terrerazo), uno de los grandes, y Summa Varietalis 2006 (D.O. Dominio de Valdepusa), sabroso y equilibrado.
Vamos con lo sólido:
-Terrina de hígado fresco de pato hecho en casa (mucha calidad, delicioso, para comer sin parar)
-Chipirones encebollados (quizá esperaba más, pequeña decepción pese a ser agradables)
-Steak tartar (se dio a probar y añadimos picante, magnífico, de los mejores que he probado, muy buena carne y muy bien tratada y aliñada)
-Txangurro a la donostiarra (plato perfectamente ejecutado pero sin llegar a provocar emociones)
Añadiré que tanto el solomillo Dantxari (al vapor) como el solomillo con foie y hojaldre de mis acompañantes estaban exquisitos pese a sus nefastas guarniciones.
-Helado de Pedro Ximénez con piñones (casero, nada que objetar pero tampoco merece muchos elogios)
Tras todo esto uno de esos cafés que no puedo entender que sirvan en un sitio así, pésimo.
Para quitarnos el mal sabor de boca (esta vez literalmente) unas copas cortesía de la casa.
El personal fue muy amable y servicial, muy al estilo de lo que esperaba.
El precio rondó los 75 € por persona, algo excesivo pero aquí no se engaña a nadie.
En resumen, uno de esos sitios que nunca falla, a los que se puede llevar a todas las personas. Eso sí, a mí me falta algo, lo creativo, lo que ilusiona, lo que aporta...
Buen producto y buena factura, pero yo así no me divierto tanto.
Un muy buen restaurante, pero de los de manteles de cuadros.

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